Una empresa B2B vende productos o servicios a otras empresas, y este hecho cambia radicalmente el tipo de estrategias y problemáticas a las que se enfrentan estas empresas. La diferencia entre el marketing B2B y el marketing B2C es la misma que entre necesitar y querer. Un consumidor final quiere comprar los productos y servicios pero (salvo excepciones) no los necesita para sobrevivir, son cosas que quiere, desea y se puede apelar a sus emociones y sueño para vendérselas.
En general son productos con un coste más bajo que los B2B donde el proceso de compra es más rápido y se requiere menos interacciones. En cambio una empresa solo compra lo que necesita para seguir existiendo, crecer o ahorrar costes y estas decisiones son muy meditadas ya que un fallo en elegir un proveedor puede producir una gran pérdida económica para la empresa e incluso el despido de la persona que tomó la decisión.
Es por eso que el principal trabajo del marketing B2B es disminuir el riesgo percibido y conseguir la confianza del cliente. Pero no son todo malas noticias, es verdad que en el mercado B2B las ventas son más lentas y costosas pero a cambio los productos y servicios son más caros y con un LTV (valor de vida del cliente) muy superior a las ventas a consumidores, es decir, que si juegas bien tus cartas puede ser que tengas un cliente para toda la vida ya que las empresas son reacias a cambiar de proveedor debido a los riesgos que esto puede suponer.
0 comentarios:
Publicar un comentario